martes, 12 de enero de 2016

DE REYES MAGOS…
Sus majestades de Oriente también llegaron a Fermoselle. Es verdad que aquí llegan con medios de transporte muy sencillos y austeros, pero llegan, que de lo que se trata. Comenzaron su dura y larga jornada en la residencia “Conchita Regojo” iniciada la tarde. 
Aprovechando que  los “mayores” se reúnen para merendar, la Asociación de Tamborileros escenificaron el misterio de la natividad. Caracterizados para la ocasión un San José y una Virgen con su niño se situaron en uno de los ángulos del amplio salón acompañados por los villancicos entonados por los residentes que compartían semejante momento colocados en torno a la representación. 
Acto seguido fueron sus majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar emparejados con sus correspondientes pajes, seguidos por pastoras y zagales quienes se acercaron a presentar sus dones al recién nacido entre los sones de gaitas y tamboriles. Los “mayores”, acompañados por familiares y personal de servicio de la residencia compartieron uno de los momentos más esperados. Sus majestades repartieron a los alojados, uno por uno, los regalos que en esta ocasión eran idénticos para todos, recibiendo a la vez un beso del correspondiente mago. En los rostros de los agasajados se percibía la ilusión (durante el año parece perdida) que años atrás mostraron en su época de niñez, y en más de una cara se deslizó por sus mejillas lágrimas de alegría y de agradecimiento.
Se cerró la fiesta con una serie de villancicos y jotas tocadas por los tamborileros y que bailaron con mucha gracia algunos de los residentes junto  a San José y la Virgen, en situación inédita, a pesar de sus ropajes.
La comitiva partió camino de la residencia adjunta en la que se encuentran las personas más necesitadas de atenciones. Aquí se repitieron los actos y gestos que quedarán para el recuerdo de participantes y comunidad en general…

…Y DE QUINTOS
Y a las 6 aparecieron en la explanada de la residencia “Conchita Regojo” los Quintos del 2.016 enfundados en sus capas (vestimenta que ya se ha hecho tradicional para la ocasión) de paño de color azabache y que serán recordados como “El Resacón”. A pesar de su juventud y del número un tanto limitado de componentes conformado por seis mujeres y dos hombres han dado color y calor a los días que cierran el ciclo navideño. 
El grupo había iniciado sus actividades el pasado sábado con la actuación de un mago para el público infantil, que por cierto, fue seguido con enorme expectación y agradó sobremanera a los pequeños. Esa misma noche, en la discoteca La Cárcava, se programó un espectáculo erótico-festivo para gente con ganas de divertirse como se demostró con la extraordinaria entrada que aportó una buena cantidad de dinero para las arcas de los Quintos.
Los días “gordos” por excelencia correspondieron a la tarde-noche de la víspera de Reyes y  la mañana de la festividad del Día de Reyes.
Los Quintos fueron los encargados de organizar la cabalgata de los Magos. Cabalgata humilde en cuanto a su coste, pero realista y emotiva en su puesta en escena. Los tres Reyes y sus pajes establecieron sus tronos en un remolque tirado por un vehículo de motor, que seguían a los tamborileros y pandereteras del grupo “Juan de la Encina”. A las 6 de la tarde se ponía en marcha la comitiva seguida por un considerable número de eufóricos acompañantes que desfilaron por las arterias principales de Fermoselle. A su paso invitaban a caramelos a los que miraban situados en las aceras y bocacalles. La cabalgata llegó a la Plaza Mayor donde ofrecieron a todos los niños un obsequio donado por el Ayuntamiento. Finalizó el acto con una bonita colección de fuegos de artificio.
Por la noche y en la misma discoteca, la orquesta Yucatán animó la fiesta pensada para todos los públicos. En el descanso, entrada la madrugada, los quintos realizaron una subasta con los productos recogidos en días anteriores en comercios, bares y otras empresas de la localidad. Posteriormente se celebró el sorteo  de los cuatro regalos que figuraban en las papeletas para la rifa vendidas desde hace meses. Este dinero le sirve a los quintos para sufragar todos los gastos originados en el desarrollo de estas fiestas.
Al amanecer del Día de Reyes y bajo la lluvia, los ocho componentes, arropados por amigos, recorrieron todo el pueblo pidiendo el aguinaldo de puerta en puerta. Un año más, y ya es tradicional, los vecinos de Fermoselle correspondieron con abundancia a la petición de los quintos. Como dato curioso, en esta ocasión no se ayudaron del borrico (cada vez es más difícil porque ya quedan muy pocos) para llevar los obsequios en especie, teniendo que utilizar un carro de compra arrastrado a mano.

Y  los quintos “El Resacón” pusieron broche final a unos días que quedarán en sus recuerdos para toda la vida.

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