domingo, 14 de diciembre de 2014

PROGRESO Y TRADICIÓN
Pancarta del Pulijón
Tres palabras que figuraron con letras mayúsculas en la pancarta que la peña “El Pulijón” exhibió durante las fiestas patronales del año 1.985.  No es para menos, pues  por  vez primera  se rompe la tradición fermosellana de celebrar todos los festejos de las fiestas patronales en la plaza de madera que se monta en la plaza mayor. Esto se publicó por aquellos días bajo las siglas de P.G.B:
“La plaza de toros no es un útil de la fiesta, es la fiesta misma renovada cada año. Querer mantener un atípico círculo de tablas y palos no es oponerse al progreso o poner trabas a la modernidad, simplemente es un deseo de perpetuar el espíritu de un pueblo que confuso o no tiene derecho a disponer de su idiosincrasia.
Así como las corrientes más novedosas encuentran gozo en la belleza hiperrealista, la generalidad de nuestro pueblo se embriaga en la estética de un recinto de edificación popular que han heredado de las generaciones que le precedieron. Y aunque todos los miembros de la comunidad deben defender la normativa que antes anunciaba, son las autoridades legítimamente elegidas las encargadas en primera instancia de proteger ese patrimonio.
Desfile del Pulijón por la plaza mayor sin maderas
Aunque nunca con carácter oficial, porque en estos casos no hay otra rueda de prensa que el rumor, la Comisión de Festejos ha querido explicar las razones del cambio de la plaza. Según algunas fuentes, en primer lugar adujeron que el empresario que tradicionalmente ha construido la plaza, pedía un precio muy elevado, sin embargo, este constructor ha negado que haya tenido ningún contacto con esa comisión. Para otros, algún concejal y determinados miembros de esa comisión, esgrimieron el argumento de la inseguridad de la plaza de madera, insistiendo que en años anteriores el técnico encargado nunca ratificó el buen estado de las instalaciones. La fuente antes mencionada niega este extremo y dice estar dispuesto a enseñar los permisos de las pasadas ocasiones.
También hay quien explica esta decisión guiándose de la reducida e incómoda capacidad del coso viejo. Sus detractores replican que el recinto se llenaba pocas veces y que los aficionados de Fermoselle son activos, más entusiastas de participar personalmente en cada momento del espectáculo, que de quedar relegado a la pasividad y al tedio del tendido.
Los del Pulijón en la plaza metálica
Numerosos vecinos, lejos de conformarse con las pocas explicaciones oficiales, entienden que debajo de los pretextos ocasionales, subyacen las verdaderas causas, aventurando muchos de ellos que en la decisión han podido más las rencillas personales que el interés público”.
Como se puede observar nunca estuvo claro el argumento en el que se basó la decisión que tanto malestar causó en una mayoría de las gentes del pueblo.
La Peña “El Pulijón” optó por las dos fórmulas, lo que a la larga nos ha venido a dar la razón. Pueden ser perfectamente compatibles las dos plazas mientras se disponga de la posibilidad de mantener la de madera, ya que la metálica es propiedad del Ayuntamiento.


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