sábado, 14 de septiembre de 2013

ENCIERROS ESPECTACULARES
 Un año más se cumplió la tradición y el ritual. El Sábado y Lunes de Toros se celebraron los encierros, originales por donde se miren (aunque en la Consejería de Cultura y Turismo piensen de otra forma) y diferentes a otros que se pueden contemplar en la provincia y en la comunidad.
encierro del sábado

encierro del sábado
El sábado se corrieron cuatro astados de la ganadería salmantina de D. Ignacio López Chaves. Después del proceso del desenjaule en los corrales de San Albín, seguido en directo por cientos de aficionados, se lanzaron los tres cohetes de rigor (anuncian que todas las bocacalles del recorrido están cerradas, que los toros están listos para salir y la apertura de la puestas de corrales). El último se produjo a las 11 en punto de la mañana, momento en que novillos y cabestros, formando una piña, se lanzaron hacia el cruce con la carretera. Los corredores les acompañaron sin grandes problemas hasta la llanada del “hotel”. Aquí aumentaron de velocidad consiguiendo que los corredores se fueran apartando para evitar peligros innecesarios. Así continuaron hasta la plaza en un recorrido repleto de espectadores, algunos de ellos encaramados en los sitios más inverosímiles. Una vez en el ruedo, algunos mozos intentaron llamar la atención de los animales no consiguiéndolo pues de inmediato se introdujeron por la puerta de toriles. El respetable respondió con un fuerte aplauso a la eficacia de los bueyes mientras algunos participantes en el encierro comentaban que todo había pasado con demasiada rapidez.

encierro del lunes

El lunes repitió encierro la ganadería de la finca “La Calzadilla del Campo”. A la hora habitual de las 11 de la mañana los morlacos enfilaron su recorrido hacia la plaza. Aunque se notaba cierto bajón de corredores y espectadores con respecto al sábado, nuevamente el recorrido se llenó lo suficiente para dar esplendor a la carrera. La emoción estuvo patente hasta el último momento. Ya desde el principio quedó un novillo suelto de sus hermanos junto a dos bueyes en su parte posterior aunque nunca hizo por aquellos que les citaban desde las talanqueras colocadas en las bocacalles o desde las puertas de casas y bodegas. Los tres primeros y un buey entraron con fuerza en la plaza de madera apurando a una docena de mozos y a rebufo lo hizo el cuarto. Su estancia sobre el albero fue muy breve y casi sin tiempo a que el público pudiera juzgar su casta.

encierro del lunes
La valoración general de los dos encierros, según comentarios de los corredores, ha sido muy satisfactoria. Los dos días la marcha de los astados fue rápida y uniforme, llegando al ruedo sin incidencias. Se produjeron carreras con gran vistosidad, no exentas de emoción, sobre todo en el Terradillo y la bajada a la plaza, que gustaron a intervinientes y espectadores.

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