domingo, 26 de agosto de 2012


SÁBADO DE TOROS

Para Fermoselle el Sábado de Toros es el epicentro de sus fiestas taurinas. No en vano celebra el 1º encierro, uno de los más llamativos de la península, por lo de singular del trazado a través de sus estrechas y sinuosas calles, por la emoción que trasmite el repiqueteo de la Campana Torera y por otra serie de elementos que sólo se perciben si se asiste a ellos en vivo, por lo que recomendamos a los que aún no les conocen se acerquen hasta la localidad.
Trascribimos la información recogida en la Opinión de Zamora a cargo de A. Bermúdez.

EL ENCIERRO
"Fermoselle vivió ayer el primero de los encierros tradicionales que se celebrarán este año con motivo de las fiestas de San Agustín, el cual resultó en una carrera rápida, limpia y sin incidentes.
A las once en punto se abrían las puertas de los corrales de San Albín y salían los cuatro novillos de la ganadería salmantina de Don Ignacio López Chaves arropados por los cuatro cabestros.
Varias decenas de mozos esperaban la llegada de los astados en los primeros metros de recorrido, en las inmediaciones de los corrales. Muchos corredores se iban uniendo a la carrera en el tramo «de la carretera», el que discurre a lo largo de la avenida del General Franco, antes de girar para comenzar la subida por las calles del casco urbano hasta la Plaza Mayor. En esta parte del recorrido tuvieron lugar las carreras más bellas que protagonizaron los aficionados con más experiencia de la localidad.
En el centro del pueblo ya se notaba que la participación de este año ha sido mayor respecto a la de anteriores ediciones, como se ha venido observando en casi todas las actividades programadas para las fiestas de este año.
La calle Requejo era un hervidero de gente, sobre todo a partir del arco, lo que no impidió que los ocho astados, que permanecieron juntos todo el recorrido, continuaran su camino de forma rápida, sin desviarse, o sin que ninguno de ellos quedara rezagado.
La Plaza Mayor, como cada año, estaba llena al completo, tanto en las gradas como en las talanqueras. Los cuatro toros entraron juntos, precedidos de los cabestros, tres minutos y medio después de su salida, y en seguida se recogieron en los corrales de la Plaza Mayor.
No hubo que lamentar ningún herido entre los muchos aficionados que corrieron en el encierro, entre los que había, además de sayagueses, salmantinos, vallisoletanos y portugueses.
Al finalizar el encierro, la charanga de «El Pulijón» y las dulzainas de «Los Cardos» animaron al personal congregado en la plaza.


LA NOVILLADA
Por la tarde se celebró, en la plaza de toros «El Paseo» una corrida con cuatro novillos de la ganadería salamantina de Ignacio López Chaves, que logró llenar tres cuartas partes del graderío.
El primer matador de la tarde, Domingo López Chaves, realizó una excelente faena, que terminó con el indulto del novillo. Fue el más aplaudido de los cuatro.
Fernando Cruz se cayó del cartel, ya que se recupera de una cogida sufrida el pasado 15 de agosto, por lo que fue sustituido por el vallisoletano José Miguel Pérez «Joselillo», que realizó la mejor faena de la tarde, lo que le valió las dos orejas.
Julio Benítez «el Cordobés» toreó al peor astado de la tarde. A pesar de ello contó con el apoyo de la plaza.
El novillero Ricardo Maldonado, por su parte, hizo una buena faena que remató con una estocada limpia, por lo que también consiguió las dos orejas.
Acabada la corrida, Joselillo disfrutó de una cena castellana en la peña «El Pulijón», y disfrutó con los peñistas de la noche fermosellana".

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